Acerca del Cochino Negro Canario


Orígenes
    
     La presencia de la especie porcina en Canarias data de hace más de 2500 años, habiéndose encontrado restos fósiles en los yacimientos de El Tendal y La Palmera, en la isla de La Palma. Procedentes del norte de África, estos animales formaron parte de la historia de los pobladores de las islas, que usaban además de la carne y la manteca, pieles y huesos para confeccionar abrigos, utensilios y adornos.

Fotografía extraída de la publicación "El Cerdo Negro Canario"
Posteriormente, con las sucesivas oleadas de poblamiento humano, fueron llegando razas porcinas de otras localizaciones, principalmente el Norte de África, Asia y el Mediterráneo Oriental, y más adelante la Península Ibérica y las Islas Británicas. La mezcla de animales de tan diversos orígenes dio lugar a un grupo multirracial  diferenciado y mejor adaptado a las singulares características del Archipiélago conformando así una nueva raza, origen de lo que hoy conocemos como Cochino Negro Canario.

Evolución     

     Conocido como "cochino negro" o "turre negro", este animal ha tenido una gran importancia en la ganadería de las Islas Canarias. La forma de cría tradicional,  con escasos recursos alimenticios disponibles, hicieron de la raza un perfecto "reciclador natural" que se alimentaba de restos de la agricultura local y suero de la elaboración de queso, constituyendo una importante fuente de proteínas y grasa en épocas de escasez. La forma de cría, con pequeños alojamientos (goros) en las fincas familiares también pudieron influir en algunas de las características de la raza, como la mansedumbre y el hecho de que los ejemplares más puros pueden llegar a perder visión por las profundas arrugas de la cara, ya que este tipo de animales serían más fáciles de manejar.

Fotografía extraída de la publicación "El Cerdo Negro Canario"
A partir de los años 60 del pasado siglo comenzaron a introducirse en las islas otras razas más productivas ligadas a la industrialización de la ganadería (principalmente razas Large White, Landrace y Pietrain, lo que se conoce como "cerdo blanco") que fueron desplazando a los cerdos autóctonos en favor de un mayor rendimiento productivo. Así, con el rápido avance de la producción intensiva, el Cochino Negro Canario fue desapareciendo de nuestras granjas hasta llegar al borde de la extinción y del olvido.

     En el año 1982, Juan Francisco Capote Álvarez, veterinario de origen palmero, y Mariano García Martín escriben la publicación "El Cerdo Negro Canario", editado por el Cabildo de La Palma, siendo esta la primera vez que se describen los cochinos autóctonos y se comienza a hablar de la posibilidad de que esos peculiares animales (la descripción se hizo con un reducido grupo de animales en la zona de Garafía, que por su aislamiento representaba uno de los pocos núcleos con animales aún conservados en pureza) representaran una raza autóctona, al mismo tiempo que se alertaba del peligro real de extinción en que se encontraba.

     A partir de este momento comienzan a crearse núcleos de recuperación por parte de los cabildos insulares. Primero en La Palma (Garafía) y posteriormente Tenerife (Finca El Helecho, Arico) y Gran Canaria (Osorio) se realizaron actividades para recuperar la raza y repoblar las islas. Gracias a estos trabajos la situación ha mejorado notablemente. En el año 1997 se consiguió que la raza fuera reconocida como tal, incluyéndose en el Catálogo Oficial de Razas Ganaderas de España como raza en peligro de extinción, y los censos han ido creciendo lentamente. Actualmente, el Programa de Recuperación y Fomento del Cochino Negro Canario del Cabildo Insular de Tenerife es el que ha adquirido mayor relevancia por su repercusión en la recuperación de la raza y en el aumento del censo, siendo Tenerife la isla que cuenta con mayor censo de estos animales.

     No podemos olvidar el papel fundamental de los ganaderos en la conservación del Cochino Negro Canario, ya que su amor por esta raza y la consideración de su carne como un producto de calidad superior han sido los verdaderos motores de la preservación de nuestros animales. Así, en el año 2007 se crea la Asociación Nacional de Criadores de Cochino Negro Canario, que pone en funcionamiento el Libro Genealógico de la raza porcina negra Canaria, siendo este el instrumento empleado para garantizar la correcta evolución de los animales, garantizando su pureza a medida que aumenta la población.

Futuro

El trabajo de ganaderos y administraciones ha dado sus frutos y a día de hoy podemos decir que la raza, a pesar de estar calificada como en peligro de extinción, goza de una estabilidad que no había tenido en los últimos 30 años. Los censos han alcanzado niveles óptimos, llegando a superar las 500 reproductoras (sólo en Tenerife ya hay 300) y siguen aumentando. Además, el control de la genealogía y los trabajos de selección genética han logrado recuperar y homogeneizar los caracteres morfológicos característicos del cochino negro, y se están realizando diferentes estudios acerca de la carne para obtener los mejores productos.

    
Con estos trabajos se han sentado las bases sobre las que desarrollar el siguiente y quizá más importante reto: llevar de nuevo la carne del Cochino Negro Canario a las mesas de los consumidores. En este sentido, la iniciativa de los ganaderos de Turrecan representa la mejor noticia posible, y la aceptación de sus productos por parte de chefs, carniceros y consumidores, el aval de que nuestra raza autóctona tiene un futuro esperanzador.

     René Descartes dijo una vez: “los que marchan muy lentamente, si siguen el camino recto, pueden avanzar mucho más que los que corren por una senda tortuosa”. El Cochino Negro Canario avanza, sin duda, lento pero seguro.

Texto: Fidel Pérez Dorado. Veterinario. Programa de Recuperación y Fomento del Cohino Negro Canario del Cabildo Insular de Tenerife. Junio 2011.


No hay comentarios:

Publicar un comentario